miércoles, 26 de septiembre de 2012

¿Por qué es tan difícil sostener una relación? - Parte 1


¿Por qué es tan difícil sostener una relación? Los cabalistas nos dicen que todo empieza con la historia de Adán y Eva, con el alma general asexual que fue dividida en una mitad masculina y una mitad femenina, y el desarrollo del ego vestido de serpiente.

No hay duda. Ellos conformaron la pareja más conocida y nombrada de toda la historia. Cantidades interminables de tinta y color fueron vertidas por los mejores creadores y autores en el intento de describir esta relación misteriosa. Ella, la seductora y la traicionera, una frívola que aparentemente incita al hombre a cometer actos indebidos. Él, el “padre de la nación”, la victima moral, un ser culto que no logra refrenar a su rebelde esposa y es tentado a pecar. O en una versión más femenina: ella, modesta y ascética, pura y casta, llena de remordimientos por lo que le causó a Adán. Y él, rudo e inmoral, la castiga y se venga por haber caído en la trampa en aquel día. Adán, Eva y la serpiente, sin duda el primer trío romántico en la historia.

Pero ¿qué fue lo que realmente ocurrió allí, detrás de bambalinas, en la historia de amor más famosa de todos los tiempos? ¿Puede ser que algo de esta historia antigua sea hoy relevante, de alguna forma, con respecto a la vida en la era moderna? Los cabalistas sostienen que aún hoy, la historia de Adán y Eva (en su significado cabalístico) influye de manera fundamental sobre nuestras relaciones amorosas.

COMENCEMOS DE UN PRINCIPIO

Según la Cabalá, en la realidad actúa una sola fuerza denominada “Creador”. Esta fuerza tiene una meta y un propósito: beneficiar, otorgar abundancia y causar placer. Para realizar su deseo, creó al creado: un alma general que puede recibir toda su abundancia. Esta alma es llamada por los cabalistas, el alma del “primer hombre” o abreviadamente: “Adam” (el nombre hebreo de Adán). Según lo escrito en la Biblia, al comienzo de l a Creación, esta alma “paseaba” alegremente en el paraíso, sólo que en cierto momento, el Creador decidió obrar.

“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda, en oposición a él” (Génesis 2, 19)

A pesar de que el número de interpretaciones de este versículo es tan largo como el número de granos de arena en la orilla del mar, el significado cabalístico de la “creación de la mujer”, como siempre, es un tanto diferente al usual.

En el estado primario en el que fue creada, el alma general era asexual, o sea, tanto masculina como femenina. En este nivel, su estado era como el de un bebé que recién sale a la luz del mundo. Él recibió la alimentación necesaria para vivir y desarrollarse, pero poseía deseos pequeños y era totalmente inconsciente de los procesos que se sucedían en él. Mientras el alma tenga apenas un deseo tan pequeño y subdesarrollado de recibir la abundancia, el Creador no puede llevar a cabo Su deseo original por el cual creó al creado desde un principio, y colmarlo de placeres que este desee.

Por lo tanto, el placer que el alma siente es limitado. En otras palabras, el componente principal que motiva los procesos espirituales es el anhelo, el deseo del creado de recibir la abundancia del Creador.
Sin este deseo, el alma nunca podrá completar la meta de su creación. Para acrecentar el deseo del alma, decide el Creador hacerla transitar por un trayecto especial de maduración en la “casa del rey” y enseñarle cómo recibir placer.

EQUIVALENCIA DE FORMA

Una de las leyes principales en la espiritualidad se llama en la Cabalá: “ley de equivalencia de forma”. Esta ley determina que para ser iguales al Creador, debemos asemejarnos a Él en nuestras cualidades; es decir, en nuestra actitud interna con respecto a la vida. En la medida en que logremos desarrollar en nuestro interior esta actitud hacia la realidad, entonces estaremos “transmitiendo en la misma frecuencia” y podremos llenarnos con la Luz Superior. Entonces, la relación que se desarrolla entre el Creador y el creado en el principio de la Creación, se basa en que el Creador es bueno y benefactor y quiere únicamente otorgarle al creado; sin embargo, la naturaleza del creado es su deseo de recibir este beneficio.

Para implementar la meta de la Creación, y llenarse de placer infinito, el creado debe combinar estas dos cualidades: la de recibir y la de otorgar. Para enseñarle al creado cómo hacerlo, el Creador divide el alma general en dos partes separadas: “mitad masculina” -cuyo atributo es el de otorgar- y “mitad femenina”, cuyo atributo es el de recibir. A partir de ese momento, la parte femenina es designada para recibir la abundancia del Creador, mientras que la parte masculina recibe el papel de hacer el esfuerzo de asemejarse al Creador. Sólo en la medida en que las dos partes cooperen y se unan entre ellas, podrán crear un recipiente (Kli o vasija) común y perfecto en el que la Luz Superior podrá permanecer. A continuar...

(Cabala Hoy, Edición #10)

0 comentarios:

Copyright ©1996-2016. Bnei Baruch. Todos los derechos reservados. Todo el material en este sitio es presentado por el Instituto Bnei Baruch para la Educación e Investigación en la Cabalá con el propósito de aportar un cambio para la humanidad y mejorarla. Por consiguiente, se permite el uso y distribución de todos los materiales, siempre y cuando no se cambie el contenido y se haga referencia a su origen.

Abraham Academia de Cabalá Adam Alegría Alma Altruismo Ambiente Amor árbol de la vida Ari Artículo semanal Artículos Atzilut Avanzado Baal HaSulam Babilionia Biblia Bina Cabalá Cabalistas Cambio Carencia Caricatura y humor Ciencia Conceptos básicos de la Cabalá Conexión Conexión. conferencias Congresos Consejo diario Contundente Corrección Creación Creador Crisis Crisis económica Cuerpo Curso Curso virtual Cursos gratis de Cabalá Decena Definición diaria demia de Cabalá Depresión Desarrollo Espiritual Deseo Diseminación de la Cabala Mundo Diseminación de la Cabala Estudio de la Cabalá Diseminación de la Cabala Mundo Dolor Ecología Educación Educación integral Egipto ego Egoismo Egoísmo Ein Sof Entorno Equilibrio Equivalencia en forma Escalera Esfuerzo Espiritualidad Estudio de la Cabalá Familia Faraón Fases de Luz Fe Felicidad Festividades Filosofía Formación integral Frases Garantía mutua Gratitud Grupo Espiritual Hábito Hebreo Historias breves Hombre Humanidad imágenes Infinito Intelecto Intención Israel Jojma José Judíos Kabbalah Kelim Kli Laitman Lecciones diarias Lecciones diarias de Cabalá Lenguaje ley Superior Libre Albedrío Libros Líneas Lishma Llenado Luz Majsom Maljut MaN Mandamientos Masaj Materiales originales Medicina Mesías Miedo Misericordia Mitzvot Moisés Muerte Mujeres Mundo Mundos espirituales Música Naciones del Mundo Naturaleza New Life Niños Noé Noticias Ocultamiento Oración Otorgamiento Pareja Partzuf Pecado Pensamiento Pensamiento Semanal percepción Perdón Pesaj Pláticas Plegaria Preguntale al Cabalista Prójimo Providencia Punto en el corazón Rabash Ramas y Raices Re-encarnación realidad Recepción Reflexión diaria relaciones humanas Religión Reshimot Rezo Sabiduría Salud Sefirot Sensación sentidos Sentimiento Sexo Shamati Sistema Sociedad Sucot Sufrimiento Sukkot Temor Tiempo Tikkun Torá Trabajo Espiritual Unión Vasija Vida Nueva Videos Zohar